lunes, 8 de agosto de 2011

Capítulo 4

Cuando llegamos al arroyo vemos que los chicos ya están en el agua. Decidimos meternos rápido, para que no nos mojen.
-¡Está helada!- gritamos todas.
-Tampoco es para tanto, moveros un poco y enseguida entráis en calor.
Sin muchas ganas empezamos a nadar un poco y a corretear por el agua. Una vez entramos un poco en calor empezamos a echarnos agua unos a otros.
-¡Eh! No echéis agua a la cara que molesta- protesta Ángela.
-Perdón por intentar divertirnos un poco señorita aburrida- dice Alex.
-No empecéis que luego termináis mal chicos- se apresura a decir Sofía.
-Bueno que, ¿jugamos a algo?- propone Javi.
-Por mi vale, ¿pero a qué podemos jugar?- pregunto.
-No sé, a lo que digáis.
-¿Qué os parece al Marco Polo?- dice mi hermano.
-Vale, está entretenido.
Dicho esto elegimos quién buscará primero. Decidimos que sea Sergio y éste empieza a buscar. No tarda mucho en encontrar a alguien y tengo la suerte de ser yo. Como es lógico me reconoce y me toca buscar a mí. No sé qué hago que no encuentro a nadie, pero, de pronto, noto como alguien pasa por mi lado y logro cogerlo. Lo agarro con fuerza y empiezo a deslizar mi mano por su cara intentando reconocer algún rasgo conocido, pero es inútil. Continúo pasando la mano por su pelo, noto por la forma que es un chico, pienso un poco quién puede ser y me decido a intentar adivinarlo.
-¿Eres Javi?
-Sí, has acertado.
Abro los ojos y compruebo que en efecto, es él. Él. Lo tengo en frente. Pegado a mí. Su cara justo delante de la mía. Sus labios en línea recta con los míos, temblorosos. Se aproxima más y más a mí. Me quedo quieta, no sé muy bien cómo reaccionar. Puedo sentir el calor que desprenden sus labios, están casi pegados a los míos.
-¡Javi!- grita una voz desconocida para mí.
-¡Mierda! ¡Me ha visto!- dice nervioso.
-¿Quién te ha visto?- pregunto intrigada.
-Una amiga de mi hermana, por tu bien, no abras la boca, quédate detrás de mí y haz como si no pasara nada, ¿entendido?
-Claro, pero…
-Luego te lo explico.
Vemos que varias chicas se acercan donde estamos nosotros. Se adentran en el arroyo. A diferencia de nosotros ellas si llevan bañador.
-¿Quién es esa?- pregunta una chica.
-Es una amiga, ¿algún problema?
-Sí, que tú eres mi novio y no te puedes acercar a nadie.
-Pero es que yo no soy tu novio.
-Pues como si lo fueras.
-María, yo no soy ni voy a ser nunca tu novio, a ver cuando te entra eso en la cabeza.
-No me va a entrar nunca en la cabeza, porque tú eres mío.
-Por favor, iros de aquí. Parece que me espiáis. Siempre que estoy con mis amigos me encontráis.
-Pura casualidad- dice otra de las chicas.
-Venga Raquel, admítelo, me estáis siguiendo.
-No es verdad. Bueno que, ¿nos vas a presentar a tu amiga o no?
-Vale. Chicas, esta es Marta.
-Hola, que alegría conocerte.
-¿Perdón?
-Oh, nada, nada, cosas mías.
-Marta, ésta es mi hermana, Raquel.
-Encantada- digo intentando romper un poco el hielo.
-Estas son mis amigas, Irene, Sara y Laura- dice ella señalando a las demás.
-Bueno ya os habéis conocido, ya os podéis ir- dice Javi.
-No nos vamos a ir porque tú nos lo digas.
-De acuerdo. Marta vamos para allá.
Después de decir esto, Javi y yo nos alejamos de ellas y vamos hacia donde se encuentran el resto.
-Vámonos de aquí, no quiero tener que estar soportando a mi hermana y a las arpías de sus amigas.
-Vale, no tengo ganas de que estén todo el rato mirando.
Dicho esto, salimos del agua y nos dirigimos al sitio donde hemos dejado la ropa. Cuando llegamos allí comenzamos a vestirnos.
-Marta, la has cagado- dice de pronto Miriam.
-¿Por qué?- pregunto yo.
-La chica esa que te hemos dicho antes te ha visto que casi te besas con Javi, no te va a dejar tranquila hasta que te destroce- contesta Cris.
-Tampoco será para tanto.
-Créeme que sí.
De pronto vemos que los chicos han llegado y nos dicen que nos demos prisa. Les hacemos caso y avanzamos a paso ligero hacia el arroyo para marcharnos de allí. Cojo mis cosas y cuando me decido a seguir al resto del grupo Javi me agarra del brazo y me hace un gesto para que me espere. Decido hacerle caso.
-Marta, lo que ha pasado antes…
-No te preocupes, no ha pasado nada.
-Pero podría haber pasado, y eso sería muy malo.
-¿Por qué?- le pregunto, haciéndome la tonta.
-Porque una de las amigas de mi hermana me quiere y no permite que ninguna chica se acerque a mí. La última chica con la que me vio hablando llegó un día a clase con la camiseta rota. No quiero que a ti te pase nada de eso.
-No te preocupes, no creo que me haga nada. Y si me hace algo pues nada, me tendré que aguantar.
-No voy a dejar que te haga nada porque…
-¿Por qué?
-Porque me gustas. Desde el primer momento que te vi me gustaste. Fue un flechazo, lo que se llama amor a primera vista, aunque comprendo que tú no sientas lo mismo y me tomes por un idiota.
-No digas eso, me pareces el chico más listo del mundo. En realidad, a mí me pasó lo mismo contigo, pero no sé, supuse que un chico al que no conocía de nada no se interesaría por mí.
-Pues ya has descubierto que no es así.
-Me alegra mucho oír eso.
-Chicos, ¿venís o qué?- grita Sofía.
-Sí, ya vamos.
Avanzamos uno al lado del otro. Llegamos al arroyo y vemos que los demás ya han subido la cuesta.
-Ve subiendo- le digo.
-¿Dónde vas?
-A buscar mi móvil, se me tiene que haber caído porque no lo encuentro.
-¿Te acompaño?
-Da igual, si no voy a tardar mucho.
-Bueno pues entonces estoy arriba, si necesitas ayuda avísanos, ¿vale?
-Vale, enseguida subo.
Voy directamente donde antes hemos dejado las mochilas y comienzo a buscar. No tardo en encontrarlo y me dirijo sin perder tiempo donde están mis amigos. Pero entonces…
-¿Vas a algún lado?- me pregunta una chica.
-Sí, a reunirme con mis amigos.
-Me parece que no vas a ir a ningún sitio hasta que no me des una explicación.
-Vale, ¿pero que te tengo que explicar?
-Estás saliendo con mi hermano, ¿verdad?
-¿Con tu hermano?
-Sí, soy la hermana de Javi. ¿Estás con él o no?
-Creo que no. Además, ¿que más te da a ti lo que yo haga o deje de hacer?
-No es por ti, es por mi hermano.
-Marta, ¿qué te queda?- grita de pronto mi hermano.
-Ya voy, Sergio. Bueno, me voy, adiós.
Me dirijo rápidamente hacia el lugar donde esperan mis amigos. Cuando llego junto a ellos emprendemos la marcha.
-¿Dónde vamos ahora?- pregunta Cris.
-¿Vamos al parque que hay por mi casa?- propone Mario.
-¿Dónde está eso?- pregunta Sergio.
-Cerca de la plaza- contesta Ángel.
-Está en una calle paralela a la plaza- añade Miriam.
-Bueno pues vamos entonces para allá- digo.

2 comentarios:

  1. En 2 palabras: me encanta! Enserio este libro promete. Estoy enganchadísima!! Se convertirá en un fenómeno :) Sigue así y prométeme que no lo vas a dejar como hice yo :D

    ResponderEliminar