viernes, 19 de agosto de 2011

Capítulo 5

Sin perder tiempo vamos a ese parque. Es un sitio con mucho césped donde nos podemos sentar. También hay un quiosco y una fuente. Al lado hay pistas de fútbol y de baloncesto. Al llegar vemos que hay muchos grupos sentados en el césped. Buscamos un sitio que esté más o menos vacío. Lo encontramos y nos sentamos.
-Bueno, ¿qué os ha parecido la cascada?
-Está muy bien, lo único que falla es que el agua está helada- contesta Sergio.
-¿No habíais dicho que no la conocía nadie más que vosotros?- pregunto con timidez.
-En teoría sí, pero mi hermana es muy cotilla y el otro día estuvimos hablando de eso y nos escucharía.
-Bueno, no importa.
Nos mantenemos en silencio un rato. El silencio se rompe cuando Paula advierte la presencia de Raquel, la hermana de Javi.
-¿Qué haces aquí?- pregunta, muy sorprendido de su presencia, Javi.
-Necesito hablar contigo.
-Si no me queda más remedio…
-No, no te queda más remedio.
Sin decir nada más Javi se levanta y sigue a su hermana. Durante un buen rato están señalando hacia el lugar donde me sitúo. A los diez minutos más o menos Javi vuelve al sitio donde estoy y me indica que le acompañe. Sin preguntar el motivo me levanto y lo sigo.
-¿Qué pasa, Javi?
-Mi hermana me ha dicho que ha estado hablando antes contigo.
-Sí, es cierto. ¿He hecho algo malo?
-No, solo quería asegurarme que era verdad. ¿Qué te ha dicho?
-Pues me ha preguntado si estábamos saliendo, y le he dicho que no lo sabía, luego le he dicho que qué más le da lo que yo haga y me ha dicho que no es por mí, sino por ti. En realidad no la he entendido muy bien.
-Lo que quería decir es que si no estás conmigo no te acerques mucho a mí.
-Entonces, ¿si estamos juntos nos va a dejar en paz a los dos?
-Más o menos.
-¿Más o menos?
-Sí, a lo mejor nos ve y se nos queda mirando pero no creo que se acerque a nosotros.
Nos quedamos en silencio un rato. Ninguno sabemos que decir. Sobran las palabras. Sus ojos azules están fijos en los míos, los míos en los suyos.
-Bueno, ¿entonces qué dices de eso?- dice en un tono casi imperceptible.
-Pues no sé.
-¿Vamos a un sitio más tranquilo?
-Sí, creo que será mejor.
Nos dirigimos hacia donde están nuestros amigos.
-Vamos a dar una vuelta, ahora venimos, ¿vale?- dice él.
-Vale- dicen todos.
-Si os vais de aquí llamadnos.
-Vale, aunque no creo que nos vallamos, se está muy bien aquí- dice Ángel.

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